Los esteroides anabolizantes son hormonas masculinas que se utilizan para aumentar la fuerza y el rendimiento corporal, están prohibidas en las competencias deportivas
Hormonas masculinas cuyos efectos fueron identificados y utilizados durante la Segunda Guerra Mundial para la recuperación del agotamiento físico, las quemaduras, las heridas y en intervenciones quirúrgicas. También fueron usados para restablecer el peso de los supervivientes de los campos de concentración alemanes.
Sin embargo su uso no terapéutico empezó en los años 50, cuando los fisicoculturistas o levantadores de pesas los empezaron a utilizar para fortalecer sus músculos. Fue entonces que esta droga se difundió entre deportistas de otras especialidades, hasta que en la actualidad fue prohibido su uso y se castiga a los competidores que lo utilizan.
Posteriormente fueron utilizados para mejorar la apariencia física.
Los esteroides anabolizantes son drogas que tienen la capacidad de mimetizar los efectos de la hormona natural masculina llamada testosterona y el síntoma más frecuente de su uso, es el notable aumento del volumen corporal y un incremento en el deseo sexual (libido).
Son sustancias adictivas porque producen dependencia y se ha comprobado que en personas que las utilizan frecuentemente, al dejar de hacerlo experimentan “síndrome de abstinencia”, por lo que necesitan ayuda médica.
Los anabolizantes se toman oralmente o se inyectan directamente en un músculo, nunca debe hacerse de forma intravenosa. Suelen tomarse junto con otras drogas al mismo tiempo, lo que se conoce como “Stacking”.
Tienen dos tipos de efectos:
– El primero es el de favorecer una acción androgénica o masculinizante, que consiste en hacer la voz más profunda y ronca, aumentar el vello del cuerpo y provocar cambios en los órganos sexuales, tanto de hombres como de mujeres.
– El segundo efecto, es el de estimular el desarrollo de la masa muscular, el crecimiento de los huesos, el aumento de la resistencia física y potencia muscular, el poder entrenar con mayor fuerza y el disminuir el tiempo de recuperación después del entrenamiento o ejercicio intenso.
Riesgos a la salud.
Como todas las drogas, los anabólicos esteroides tienen sus efectos secundarios, que van relacionados con la dosis utilizada. Entre los riesgos están:
1. Aumentar hasta 20 veces la concentración de testosterona en sangre provocando trastornos en el sistema endócrino.
2. Producir desarreglos cardíacos y neurológicos similares a los causados por las drogas pesadas.
3. Disminuir la producción de hormonas en la hipófisis, y en los hombres también la formación de esperma más el atrofiamiento de los testículos.
4. En mujeres, transformaciones en los órganos reproductores, masculinización en las formas y hasta en la voz, alteración de los ciclos menstruales, crecimiento excesivo de bello, etc.
5. En jóvenes, aceleración de la osificación del esqueleto y retardo del crecimiento.
6. Retención de líquidos y productos de desecho del organismo, con la consiguiente intoxicación del mismo.
7. Formación de edemas, diturbios en la función hepática, y como consecuencia, irregularidades en la digestión, cefaleas, vómitos y en casos hasta hepatitis ‘C’ o distintas variedades de cancer.
8.Un dato importante es que a nivel hepático se cumple una ley del tipo ‘todo o nada” en la que un mínimo consumo de esteroides puede producir efectos similares al que produce la ingestión de grandes cantidades, siendo una real ruleta rusa.
9. Irritación nerviosa, mal humor, insociabilidad, destrozos neurológicos (dificultad en la coordinación, trastornos en el habla, etc.).
10. Crece el riesgo de lesiones musculares (desgarros ocasionados por el aumento acelerado y artificial de la fuerza), lesiones articulares, roturas de ligamentos. Todas consecuencias lógicas a partir del aumento descontrolado de la fuerza muscular en forma despareja con el de articulaciones y ligamentos.